↧
Existen dos razones por las que he estado tan ausente de este pequeño espacio, y del mundo 2.0 en general. La primera es que he vuelto al detestable mundo de la relación de dependencia, a vender mi fuerza laboral al burgés, a cambio del vil metal. La segunda es que Sapito Mayor, (de aquà en adelante, mi Barovero, ya veremos por qué), entrena y juega al deporte favorito de todo argento, a la pasión de multitudes... y juega, todos los dÃas... Todas las noches, mejor dicho, por lo que llego de la esclavitud, me digno a tomar un par de mates y nos vamos para el club.
Ya contaba en este post, las primeras incursiones de mi Barovero en el mundo del fútbol. También contaba como lo veÃa más cerca de ser las mascota del equipo. Bueno, mascota, aguatero o alcanzapelotas, cualquier puesto le hubiera quedado bien.Â
Cuestión que el niño era de madera. Y cuando lo ponÃan a jugar andaba en las nubes, agarraba la pelota con la mano, paseaba para el lado equivocado. A la hora de entrenar preferÃa molestar o correr con sus compañeros. Hasta fue suspendido por dos fechas por mal comportamiento.Hoy, 4 meses después de haber ingresado a este mundo del baby fútbol, la cosa es totalmente opuesta. Mi Barovero paso de ser el desastre que sólo hacia desastre, a ser el imprescindible para dos categorÃas. Si, dos categorÃas, la suya y la de los más grandes. Y hoy me preocupa que sea demasiado para él entrenar con dos categorÃas.
¿Por qué Barovero? Bueno, un dÃa Sapito Mayor se despertó diciendo que querÃa ser arquero. Y como cuando jugaba, no sólo no tocaba la pelota, si no que tampoco se esforzaba por hacerlo, empezaron a mandarlo al arco. Parece que no era tan malo después de todo. Resulta que su entrenador le vio dotes de arquero, entonces lo pusieron a entrenar, junto con otro nene, con el profe de arqueros.
Asà nació mi Barovero. Para mis lectoras de otros paÃses, aclaró, Barovero es el actual arquero de River, club del cual son hincha.
Hace dos semanas comenzó el campeonato de clubes, el primero en el que el clubcito de mi barrio participa. Pues, como lo he contado en el post mencionado, el clubcito es tan nuevo en este mundo como lo es mi Barovero.
El asunto aquà es que, como en un comienzo eran tan pocos chicos, y el dt con el que todo esto empezó estaba decidido a participar del torneo, fichó al algunos de la categorÃa 2010 (que aun no compite) con la 2009. Y el pequeño Barovero a mejorado tanto que ha superado al único niño de niño 2009 que quiere jugar de arquero. Al mismo tiempo, la 2010 empieza a formarse y a entrenar por su parte (antes lo hacÃan todos juntos), y están comenzando a organizar torneos amistosos con clubes de la zona. Y, claro, como es bueno, es el 1 titular en ambas categorÃas.
Conclusión: 4 dÃas de entrenamiento a la semana, dos con cada categorÃ. Partidos por el campeonato los sábados, con la 2009 y, próximamente, amistosos los domingos, aunque sólo serán 3 o 4. ¿Alguien más piensa que es demasiado?Â
A todo esto, mi Barovero ya tiene sus guantes, botines y canilleras,  y esta muy entusiasmado con el fútbol. No se quiere perder ni un partido, ni un entrenamiento y esta todo el dÃa, en casa, pateando la bendita pelota.
Y como el papá Sapos (como siempre digo) tiene menos fútbol que la Para Ti, la que termina pateando penales y jugando picaduras soy yo. Bueno, debo admitir qué tenemos que agradecer varios entrenamientos a LaSantaAbuela.Â
Todo esto empezó como una excusa para que haga una actividad fÃsica, y de paso sacarlo un poco del "me aburro" y del hiperactivismo que lo caracteriza, hoy puedo decir que ambos lo disfrutamos, aunque eso signifique que tengo que sacrificar mis sábados.
Quien te ha visto y quien te ve. En la última práctica me ha sorprendido el saber que no sólo jugaste muy bien de arquero, si no que mejorarse llevando la pelota, marcando y haciendo goles. Hoy pienso, "¿Cómo carajo no se me ocurrió filmar esas primeras prácticas, para luego filmar estas y ver la inmensa mejorÃa?" Sin dudas, sabÃa que podÃas, por eso insistà tanto, se pesar de que, a veces, por tu comportamiento, pensaba que era mejor que ya no vayas, que tal vez deberÃa llevarte a las clases de Quick boxing.Â
Recapitulación: No pretendo que mi hijo sea Barovero, ni mucho menos el futuro 1 de la albiceleste, sólo quiero que lo disfrute y que, de grande, goce de la diversión se juntarse con sus amigos a jugar un partido los domingosÂ
↧